miércoles, 27 de abril de 2011

De vos aprendió mi corazón y ahora no me reproches que no sepa darte amor. Me has enseñado tú. Tú has sido mi profesor para hacer sufrir. Si alguna vez fui mala lo aprendí de vos. No digas que no entiendes cómo puedo ser asi; si te estoy haciendo daño, lo aprendí de vos. Me has enseñado vos y maldigo mi inocencia y te maldigo a vos. Maldito el profesor y maldito el aprendiz. Maldigo lo que amo y te lo debo a vos. Y ahora me duelen tus caricias porque noto que tus manos son cristales rotos bajo mis pies . .

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.