sábado, 12 de junio de 2010

Changes.

Sabemos que todo cambia, que todos cambian. Cambian los lugares, cambia nuestra forma de pensar, nuestra forma de ver las cosas. Varía nuestra manera de sentir, de querer, de intentar ser felices. Cambian las metas que tenemos en nuestra vida, nuestros sueños y esperanzas. Es como si fuéramos viviendo la vida capítulo a capítulo. Cerramos uno y automáticamente, como un acto reflejo, empieza otro. Puede ser peor, mejor o simplemente igual. Pero aunque todo parezca tan simple, tan cotidiano o rutinario (algo de todos los días) no siempre podemos aceptar que las cosas cambian, que nada es para siempre, que nada permanece. Me cuesta aceptar que las cosas que uno más quiere son las más difíciles de tener y sobre todo de mantener en un estado estable, invariable. También se que no soy la misma, que nadie es el mismo que hace unos años atrás, sin ir más lejos, nadie es la misma persona que hace unos meses. No se, es un que se yo que nos hace ser distintos. Son las circunstancias de la vida las que nos hacen girar para un lado y para el otro, hasta que obviamente, la rosca se afloja. Y ahí ya no tenemos para que lado correr. Pero bueno esa es la venida de un capítulo nuevo y sobre todo de nuevos personajes. No podemos saber si estos son buenos, malos, o tal vez simples personajes secundarios. Tenemos que llegar hasta el final de la página para descubrir todos y cada uno de los enigmas que se nos presenten en la historia, en nuestra historia.
Sin dudas, lo que más duele es llegar al final para descubrir al personaje que entró en nuestra vida, hiere mucho saber que esa persona no era la que esperabas; que cambió, como todo a nuestro lado, que ninguno de los dos son los mismos de antes, que los te quiero ya no existen y que las miradas se pierden sin encontrar otros ojos que respondan. Ven? todo eso duele, duele que las cosas se pierdan en la nada y que todo eso que más queremos no sea nuestro, aunque sea por un ratito. Ahí es cuando empezamos a extrañar, a necesitar. Yo estoy en uno de esos momentos, pero no hay nada por hacer. Todo lo bueno, si es verdaderamente bueno, vuelve y eso es lo que me hace seguir esperando tantas cosas (o personas). No te dejes estar, si tanto esperaste, que te cuesta esperar un poquito más? Hay más tiempo que vida, y si querés vení a esperar conmigo, que las cosas con alguien al lado son muchísimo mejor.


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