Ese dolor que experimentas, que no consigues entender de donde puede llegar, que no te da explicaciones, que te hunde como una gran ola que no habías visto, que te ha cogido de sorpresa, que te revuelca que te quita la respiración, te hace rodar sobre la arena mojada, sobre esos pasos que te parecían tan ciertos en tu vida y en cambio no, no lo son. Ya no.
El dolor es pasajero... todo pasa, todo lo malo pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.